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HISTERECTOMÍA TOTAL LAPAROSCÓPICA ASISTIDA POR ROBOT: EXPERIENCIA DE CLÍNICA INDISA

Año de la Revista:

2013

Edición N°:

4

Autores:

Renato Vargas S.1, Sebastián Prado N.1, Patricio Basilio F.1, Jaime Garrido B.1, Rodrigo Castillo D.1, Marco Clavero P1, Alejandra Navarro E.a


Instituciones:

1Unidad de Ginecología y Centro de Cirugía Robótica. Clínica Indisa, Santiago, Chile.

aEnfermera, Pabellón Central, Clínica Indisa.


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Título:

Tipo de documento:

Trabajos Originales

HISTERECTOMÍA TOTAL LAPAROSCÓPICA ASISTIDA POR ROBOT: EXPERIENCIA DE CLÍNICA INDISA

Volumen:
78

Contenido del documento:


RESUMEN

Se comunica la experiencia y los resultados obtenidos de 110 casos de histerectomía total laparoscópica asistida por robot entre junio de 2010 y abril de 2013 en Clínica Indisa. Parámetros evaluados: diagnóstico, edad, índice de masa corporal (IMC), tiempo de instalación de trócares (TT), tiempo operatorio (TO), conversión a laparotomía, sangrado, dolor postoperatorio, estadía hospitalaria y complicaciones postoperatorias. Los diagnósticos preoperatorios más frecuentes fueron: miomatosis y adenomiosis. El promedio de edad fue de 45 años y de IMC 25,8 kg/m2, 7% de las pacientes con IMC mayor de 35. TT promedio de 14 min y TO fue de 81 min. No hubo conversión a laparotomía. Sangrado promedio de 17 ml. A las 48 horas pos intervención el 100% de las pacientes presentó un test de EVA de 0-2. Promedio de estadía hospitalaria fue 1,6 días. Hubo tres complicaciones postoperatorias: una neumonía, un desgarro vulvar y una dehiscencia de la cúpula vaginal. Conclusión: La histerectomía total laparoscópica asistida por robot es una técnica segura y ofrece  ventajas al paciente y cirujano.

PALABRAS CLAVE: Cirugía robótica, histerectomía, histerectomía laparoscópica

SUMMARY

We reports the experience and results obtained after 110 total robot assisted laparoscopic hysterectomy from June 2010 to April 2013 at Indisa Clinic. Parameters evaluated: diagnostic, age, body mass index (BMI), trocars installation time (TT), intervention time (TO), conversion to laparotomy, bleeding, post operatory pain, hospital stay, and post operatory complications. The most frequent preoperatory diagnostic were uterine fibroid and adenomyosis. The age average was 45 years and BMI 25.8 Kg/m2 and 7% was over 35. TT average 14 min and TO 81 min. There were no conversions to laparotomy. Bleeding average was 17 ml. At 48 hours, 100% of patients had an EVA test of 0-2. The average of hospital stay was 1.6 days. Only three complications occurred: one pneumonia, one vulvar tear and one vaginal cuff dehiscence.Conclusion: robot assisted laparoscopy hysterectomy appears to be a safe surgical technique that offers benefits to the patient and also to the surgeon.

KEY WORDS: Robotic surgery, hysterectomy, laparascopy hysterectomy

INTRODUCCIÓN 

En EEUU se efectúan anualmente 600.000 histerectomía y sólo un 12% son laparoscópicas (HTL) (1,2). La cirugía mínimamente invasiva permite hospitalizaciones cortas, menos dolorosas, de fácil  ejecución, reintegro laboral precoz y bajas tasas de complicaciones (3,4,5,6).

El término robot fue  acuñado por Karel Capek en 1923, término derivado del idioma checo ROBOTA, que significa acción tediosa o servil (7). EEUU interesado en la realización de cirugías a distancia en ambientes  bélicos, desarrolló un sistema robótico de fácil instalación, alta resolución y en 3D.

En el 2005 la FDA aprueba el sistema robótico Da Vinci para uso en medicina. La primera serie publicada de histerectomía total laparoscópica asistida por robot (HTR) fue publicada por Reynolds y Advincula en 2006 (8), donde presenta sus primeros 16 casos, con un 25% de complicaciones.

El desarrollo de la cirugía robótica ha sido explosivo. Actualmente hay 2557 unidades robóticas operativas en el mundo, 25 de ellas en Sud América y 4 en Chile. Hay más de 600 trabajos científicos que comparan la HTL versus HTR (9-19).  Scandola (20), publica un metaanálisis donde compara HTR versus HTL, encontró que la primera presenta una frecuencia menor de estadía hospitalaria, complicaciones postoperatorias y de conversión a laparotomía; no hubo diferencia en el tiempo operatorio y magnitud del sangrado.

En 2009, Chile incorpora esta nueva tecnología realizándose la primera prostatectomía radical robótica (21). En junio de 2010 realizamos la primera histerectomía total laparoscópica asistida por robot, seguida por otras indicaciones de patologías ginecológicas (Tabla I), a abril de 2013 hemos realizado 155 cirugías ginecológicas robóticas.

El objetivo de esta comunicación es describir la técnica de la histerectomía total laparoscópica asistida por robot, difundir y discutir los resultados obtenidos.

 

MATERIAL Y MÉTODO

El Programa de Cirugía Robótica Ginecológica en Clínica Indisa, se inicia en mayo de 2010, capacitando y acreditando a los profesionales en el centro de acreditación por el fabricante “Intuitive Surgical Inc” en Celebration Health, Orlando, Florida, EEUU.

En junio de 2010 se realiza la  primera cirugía robótica ginecológica consistente en una histerectomía total con anexectomía bilateral. Al mes de abril del 2013 hemos realizado 110 HTR. Todas las pacientes fueron  informados sobre esta nueva tecnología firmando el consentimiento respectivo. Se evaluaron los siguientes aspectos: diagnóstico preoperatorio, edad, índice de masa corporal (IMC), tiempo de trocares (TT) definido como el tiempo transcurrido entre su colocación y fijación del robot. Tiempo operatorio (TO) definido como el tiempo total en el cual el primer cirujano realiza la cirugía en consola. Se consignó la pérdida sanguínea intraoperatoria, tasa de conversión a laparotomía, requerimiento de analgesia postoperatoria (escala visual análoga o test de Eva) a las 24 horas y a las 48 horas, días de hospitalización y complicaciones postoperatorias (22).

Sistema robótico. El sistema Da Vinci esta formado por tres unidades operativas consistentes en una consola maestra, el robot esclavo y un sistema de procesamiento de imágenes (Figura 1).

Consola maestra: Está diseñada en  forma ergonométrica. Consta de tres partes: la superior en donde esta el visor que permite al cirujano una visión en tres dimensiones. Un sector medio compuesto por el apoya brazos y los controles maestros para ambas  manos (con los que se manipula el instrumental laparoscópico robótico), y en la base, los pedales que controlan la energía monopolar y bipolar, foco y control de cámara, y el embrague que permite seleccionar uno de los tres brazos operatorios del robot y reacomodar la posición de los controles maestros.

Robot esclavo: Es una estructura móvil compuesta por cuatro brazos robóticos, uno portador de la cámara y tres operatorios, los que son ubicables según el tipo de cirugía y requerimiento del cirujano.

Sistema de procesamiento de imágenes: Compuesto por una óptica de 12 mm que tiene integrado 2 cámaras de 5 mm de alta resolución, la integración de la información logra una imagen estereoscópica en 3D que es lo que ve el cirujano en su consola (Figura 2).

El instrumental robótico es similar al laparoscópico, pero presenta además un sistema de poleas llamado Endo Wrist (Figura 3), que le permite siete grados de libertad de movimiento, dos rotaciones axiales y cerca de 117.000 posibilidades de movimiento en tres planos. Existe una amplia gama de instrumental disponible (Figura 4).

Técnica quirúrgica. El equipo quirúrgico lo compone el primer cirujano que  gobierna al robot desde la consola, un ayudante que moviliza el útero y otro ayudante que apoya con instrumental laparoscópico de 5 mm y además de una  arsenalera entrenada y acreditada. La paciente en posición ginecológica y bajo anestesia general. Colocación de sonda Foley y movilizador uterino “V-care”. Neumoperitoneo  hasta 15 mmHg, trocar de  12 mm en ombligo, exploración abdomino-pélvica y colocación de dos trocares robóticos de 8 mm a 8-10 cm de distancia del umbilical. El uso del tercer brazo fue opcional y escasamente utilizado. Se agrega una punción auxiliar de 5 mm en hipocondrio derecho para uso del ayudante, ya sea para aspirar, irrigar o uso de instrumental laparoscópico. Colocados los trocares se procede a posición de Trendelemburg forzado en 45° y fijación del robot (23). La cirugía es reglada: se inicia con disección y corte de los ligamentos redondos, abertura del ligamento ancho con tijera monopolar, identificación de uréteres, disección y corte del ligamento infundíbulo pélvico si corresponde, rebaje vesical, disección y corte de arterias uterinas y ligamentos cardinales, con la ayuda del movilizador se expone fondo de saco vaginal y se secciona con tijera monopolar. El útero se extrae por vagina, completo o morcelado según el caso. Revisión de hemostasia, cierre de cúpula vaginal con sutura (V-lock 0) corrida dos planos, lavado de cavidad pélvica con suero tibio. Retiro de trocares bajo visión, Vicril  0 en aponeurosis y monocril a la piel.

 

RESULTADOS

El diagnóstico preoperatorio más frecuente fue  miomatosis uterina sintomática (n=53), seguida de adenomiosis sintomática (n=29), tumores anexiales (n=13), hiperplasia endometrial (n=11), proceso inflamatorio pélvico (n=2) y pólipos endometriales (n=2). El IMC (Tabla II)  tiene un rango desde 19 a 43 con un promedio de 25,8 kg/m2. Un 7% de las pacientes presentó un IMC mayor de 35. El tiempo quirúrgico total varió entre 90 y 250 minutos incluyendo el tiempo de colocación de los puertos, el montaje del robot y el tiempo de consola y anestesia. El tiempo de trocares va desde 5 a 70 min con un promedio de 14 min; con una rápida  curva de aprendizaje, disminuyendo el tiempo de trocares bajo 10 min sobre el procedimiento número diez. El tiempo operatorio fue entre 45 y 180 min, con un promedio de 81 min. Siendo la primera  cirugía la más larga. El sangrado intraoperatorio en promedio fue de 17 ml (10-200 ml), sólo tres pacientes sangraron más de 100 ml. No tuvimos conversión a laparotomía. La estadía hospitalaria promedio fue de 1,6 días con rangos entre 1 y 6 días. Tuvimos 3 complicaciones (2,7%): una neumonía intra-hospitalaria (Clavien 2), una dehiscencia de cúpula vaginal y un desgarro vaginal (Clavien 3A); la primera recibió tratamiento médico y las otras dos fueron reparadas una vez diagnosticadas por vía vaginal por el mismo equipo quirúrgico. El 90% de los pacientes refirió un EVA  de 0-3 a las 24 horas y un EVA 0-2 el 100 % a las 48 horas.

 

DISCUSIÓN

La histerectomía es la cirugía ginecológica más frecuente en mujeres mayores de 40 años en Estados Unidos. Desde la introducción de la histerectomía laparoscópica en 1989, sus ventajas frente a la vía abdominal han sido ampliamente discutidas y demostradas.

La cirugía laparoscópica cambió los paradigmas de la cirugía laparotómica y actualmente la cirugía robótica está cambiando los conceptos de la cirugía laparoscópica.

Al analizar los resultados observamos que estos son similares a los obtenidos en las publicaciones internacionales (17,18,19). Destaca la rápida curva de aprendizaje por parte de todos los cirujanos en la instalación del robot y una rápida estandarización de la técnica quirúrgica, favorecido por la amplia gama de movimientos que permiten las pinzas robóticas, siendo éstos muy intuitivos y de fácil aprendizaje. Hay una disminución progresiva de los tiempos de fijación y de consola, siendo más evidente después del caso 10, observándose una estabilización en la curva de aprendizaje. Es una técnica ergonómica, reduce la fatiga del cirujano y aumenta su precisión, y en el largo plazo probablemente disminuya las enfermedades profesionales.

Hubo tres elementos que sobresalieron: baja pérdida sanguínea, bajo dolor post operatorio y baja tasa de complicaciones. La pérdida sanguínea  promedio fue de 17 ml. Sólo tres pacientes sangraron más de 100 ml, todas con úteros de gran tamaño y marcada distorsión de la anatomía (24). En segundo lugar la ausencia de dolor postoperatorio con un índice de EVA 0-3 a las 24 horas en el 90% de las  operadas. Hecho destacado en innumerables publicaciones sin una causa clara, argumentándose el efecto pivote que ejercen los brazos del robot sin forzar la pared abdominal y la exactitud en el uso de energía bipolar y monopolar, gracias a la visión 3D-HD, reduciéndose al máximo el daño térmico sobre los tejidos. Tuvimos tres complicaciones equivalentes a un 2,7%, porcentaje algo menor a lo publicado: dehiscencia de cúpula, neumonia post-operatoria y desgarro vaginal. El desgarro vaginal se produjo al extraer el útero con visión parcial dada la posición de robot; la reducción de este riesgo se logra con una extracción del útero en forma más controlada y eventualmente con la morcelación parcial de éste. No es clara la causa de las neumonias postoperatorias, el Trendelemburg forzado  aumentaría las atelectasias pulmonares y por ende el riesgo. La dehiscencia de cúpula vaginal (25) es un tema de debate en todos los grupos que realizan histerectomías robóticas, se han planteado diferentes formas de cierre de cúpula y materiales de sutura; nuestro grupo modificó la sutura de cúpula vaginal que hacíamos inicialmente en que usábamos vicryl 2-0 en punto corrido, cambiando a una sutura V-LOCK del 0, cerrando con punto corrido, en dos planos, logrando de esta forma una franca reducción del flujo vaginal posterior y una mejor cicatrización de la cúpula a los 30 días.

Al correlacionar IMC, tiempo operatorio y complicaciones, no encontramos diferencias entre  IMC mayor a 30 y menor a 30, de hecho la paciente de mayor índice operada en esta casuística (43 kg/m2) fue una de las que presentó menor tiempo operatorio de consola. Dado el bajo número de casos, no es posible realizar un análisis estadístico de estos datos, sin embargo, existe clara evidencia en la literatura internacional que el subgrupo de pacientes con obesidad, sería la población que más se beneficiaría con el uso del robot (26).

Nos parece importante destacar lo amigable, intuitivo y de fácil aprendizaje que resultó la incorporación de esta nueva tecnología en el quehacer diario del grupo de cirujanos. Uno de los grandes problemas de la laparoscopia es la adquisición de las competencias técnicas con curvas de aprendizaje lentas, lo que finalmente hace que el beneficio de la técnica laparoscópica  se reduzca a un pequeño número de especialistas capacitados.

 

El aumento del costo es la única aparente desventaja, se explica por el uso limitado de las pinzas robóticas (10 usos) y la “vestimenta” del robot, que es desechable, ambos ítems constituyen el 25% del costo total, cifra que se repite en todos los centros de cirugía robótica (27). Esperamos que en la medida que existan más Da Vinci en nuestro país y en el mundo, los insumos reducirán su costo. La cirugía robótica presenta ventajas sobre la cirugía laparoscópica tradicional y que resumimos en la Tabla III. Creemos que el paciente obeso y el oncológico son los que se verán más favorecidos con la  cirugía robótica.

BIBLIOGRAFÍA

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