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RIESGO OBSTÉTRICO Y PERINATAL EN EMBARAZADAS MAYORES DE 35 AÑOS

Año de la Revista:

2009

Edición N°:

6

Autores:


Instituciones:

Verónica Chamy P., Felipe Cardemil Ma, Pablo Betancour Ma, Matías Ríos Sa, Luis Leighton V


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Título:

Tipo de documento:

Trabajos Originales

RIESGO OBSTÉTRICO Y PERINATAL EN EMBARAZADAS MAYORES DE 35 AÑOS

Volumen:
74

Contenido del documento:


INTRODUCCIÓN

El embarazo en edades tardías es una condición que ha aumentado en los últimos años. Cifras nacionales indican que un 10% del total de embarazos en 1990, un 14% en 1999, y un 16% en el 2006 ocurrieron en mujeres mayores de 35 años (1). En Estados Unidos de Norte América, en el decenio 1991-2001, el número de embarazos aumentó en un 36% en el grupo de 35 a 39 años, y 70% en el grupo de 40 a 44 años (2). Existen informes que establecen que entre el 1,8% y 2% de los embarazos ocurre en mujeres sobre los 40 años (3,4).
Publicaciones nacionales (5,6) e internacionales (7-11) mencionan los riesgos del embarazo en edades avanzadas, como ganancia excesiva de peso, obesidad (7,8), mortalidad materna (5), síndrome hipertensivo del embarazo (2,3,8), diabetes gestacional (8), rotura prematura de membranas, parto prematuro, y hemorragia postparto (7,8). Se describe además mayor frecuencia de cesárea (3,4,7-9), Apgar menor a 7 al minuto (3) y a los 5 minutos (10), ingreso a UCI neonatal (3,7,8), distrés respiratorio fetal (7,8), menor peso del recién nacido (2,9) y mortalidad neonatal (5). Por otro lado, existen informes respecto a que la edad materna no se relacionaría con mortalidad neonatal (8-10).
El objetivo del estudio fue establecer si la edad materna se comporta como factor de riesgo independiente para resultados maternos y perinatales.

MATERIAL Y MÉTODO

Se realizó un estudio de cohorte retrospectiva para el que se usó la información almacenada en la base de datos del sistema informático perinatal (SIP) de la unidad obstétrica del hospital Dr. Gustavo Fricke de Viña del Mar. Se incluyó la totalidad de los partos registrados entre enero de 2001 y diciembre de 2006. Fueron excluidas las embarazadas menores de 20 años. La base de datos SIP del centro del estudio está a cargo de un médico especialista en alto riesgo obstétrico y de una matrona, quienes ingresan los datos a diario, los que son auditados semanalmente.
Las variables recolectadas fueron edad materna, peso al inicio y al final del embarazo, patologías médicas asociadas, presencia de preeclampsia, diabetes, rotura prematura de membranas, tipo de parto, hemorragia postparto, edad gestacional al parto, peso del recién nacido (RN), Apgar, presencia de síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDR), defectos congénitos y mortalidad fetal. Las variables fueron agrupadas en tres segmentos etarios; 20-34 años, 35-39 años y 40 o mas años. Además se analizó en forma separada la cohorte de primigestas agrupándolas en menores y mayores de 35 años.
Los datos fueron exportados a una base de datos MS Excel 2008 y analizados en Stata v.10. Las variables se analizaron en base a frecuencias, porcentajes, promedios, y desviaciones estándar. Se comparó la información utilizando T de Student para variables continuas y chi cuadrado para variables categóricas. Por último, se realizó una regresión logística por grupos de edad para estimar riesgos. Para todos los análisis se consideró un valor p≤0,05 como significativo.

RESULTADOS

Durante el período estudiado fueron asistidos un total de 20.546 partos, de los cuales 16.338 (79,5%) fueron en mujeres de 20 o más años. De éstos, 13.361 (65%) ocurrieron en mujeres entre 20 y 34 años y 2.977 (14,5%) en mujeres de 35 años o más, correspondiendo a 2.234 (10,9%) entre 35 y 39 años y 743 (3,6%) en mujeres de 40 o más años. Del total de partos 4.456 (27,2%) ocurrieron en primigestas. El promedio de edad de las embarazadas incluidas fue de 28,2 ± 6,04 años (rango: 20-49 años). El promedio de edad de las mujeres de 20-34 años fue de 26,1 ± 4,2 años, y de las mujeres ≥ 35 años de 37,9 ± 2,4 años. Las características nutricionales según IMC promedio al inicio del embarazo fue para la población ≥20 años de 25,2 ± 4,4, para las de 20-34 años de 24,9 ± 4,3 y las ≥35 años de 26,8 ± 4,6. Las características obstétricas generales y de escolaridad de la población estudiada se presentan en la Tabla I.
Al comparar embarazadas de 20 a 34 años con las de 35 años o más se apreció una significativa mayor frecuencia de hipertensión arterial crónica (HTA), hospitalización durante el embarazo, diabetes, preeclampsia, hemorragia del tercer trimestre, muerte fetal intrauterina, hemorragia puerperal, parto cesárea, necesidad de hospitalización del RN, SDR, y defectos congénitos. El grupo presentó menor aumento de peso comparado con las pacientes de menor edad, y menor frecuencia de infección del tracto urinario (ITU) (Tabla II). Al analizar embarazadas de 40 años o más con el grupo de menor edad se apreció mayor frecuencia de las mismas variables que para el subgrupo anterior, y mayor frecuencia de rotura prematura de membranas. Este grupo también presentó menor aumento de peso durante la gestación (Tabla III).
Por último, al analizar embarazadas de 20 a 34 años con embarazadas de 35 a 39 años, para buscar diferencias entre esos subgrupos excluyendo la influencia de las mayores de 40 años, se apreció una significativa mayor frecuencia de HTA, preeclampsia, diabetes, hospitalización durante el embarazo, hemorragia del tercer trimestre, parto cesárea, hemorragia puerperal, menor peso del RN, y defectos congénitos. Al igual que en caso anterior, se observó menor frecuencia de ITU y menor variación de peso durante el embarazo. No hubo diferencia al analizar muerte fetal ni Apgar < 7 al minuto y a los 5 minutos (Tabla IV).
Al comparar primigestas mayores y menores de 35 años se observó una significativa mayor frecuencia de parto cesárea en el grupo mayor de 35 años comparado con el grupo menor (62,9% v/s 32,1%; p<0,001). Además, en el grupo de mayor edad se observó mayor frecuencia de obesidad (20,4% v/s 8,8%; p<0,001), preeclampsia (16,9% v/s 8,7%; p<0,001), diabetes (14,2% v/s 3,3%; p<0,001), necesidad de hospitalización del RN (24,7% v/s 14,4; p<0,001) y hemorragia puerperal (2,6% v/s 1,1%; p=0,043). No hubo diferencia en las otras variables analizadas.
El modelo de regresión logística para determinar la influencia de la edad en diferentes variables, demostró que el antecedente de obesidad al inicio de la gestación, preeclampsia, diabetes, hemorragia del tercer trimestre, hospitalización durante embarazo, parto cesárea, hemorragia puerperal, y defectos congénitos del RN, síndrome de dificultad respiratoria neonatal y necesidad de hospitalización del recién nacido, fueron más frecuentes a mayor edad materna (Tablas V y VI).

DISCUSIÓN

Existe una tendencia mundial a postergar la maternidad, siendo más marcada en países desarrollados, Así por ejemplo, en Suecia en 2003 el 19% de las primíparas eran mayores de 35 años, correspondiendo en el presente estudio al 8,3%. La proporción de embarazadas mayores de 40 años (3,6%) encontrada fue mayor a la reportada en la literatura (3,4), y la de mujeres mayores de 35 años (14,5%) fue menor a la última estadística nacional (16%) (1). Se apreció una significativa mayor frecuencia de antecedentes mórbidos maternos tanto para pacientes de 35 a 39 años, como para mayores de 40, al comparar con grupos de menor edad, algunas de las cuales son igualmente más frecuentes en la población no embarazada del mismo grupo etáreo, como obesidad o HTA crónica.
La obesidad es un problema de salud relevante en los países occidentales y es un conocido factor de riesgo para el desarrollo de hipertensión y diabetes durante la gestación. Estas dos patologías son las que se observaron con mayor frecuencia tanto en el grupo etario 35-39 (OR IC95% 1,25-1,74 y 2,68-3,74, respectivamente), como el grupo mayor de 40 años (OR IC95% 1,13-1,93 y 3,58-5,48, respectivamente).
Si bien las mayores de 35 años inician su gestación con mayor IMC, el alza ponderal total durante la gestación es menor que para grupos de menor edad, probablemente explicada por constituir un grupo de riesgo, con mayor número de controles de salud y educación en nutrición.
Respecto a resultados perinatales, existió una significativa mayor necesidad de hospitalización del RN, SDR, y defectos congénitos, todas situaciones eventualmente graves. Al analizar vía de parto, la operación cesárea fue más frecuente en los grupos de mayor edad. Es importante resaltar que para la mayoría de las variables evaluadas, el riesgo era ya significativamente mayor en el grupo de entre 35 a 39 años comparado con las más jóvenes, lo que refuerza el concepto que más que establecer un límite de edad fijo (40 años), la edad se comporta como un factor de riesgo progresivo, en que los riesgos perinatales y maternos aumentan a medida que ésta también aumenta.
No se apreció diferencia al analizar restricción del crecimiento intrauterino, a pesar de ser más frecuente la presencia de preeclampsia en los grupos de mayor edad. Existió mayor frecuencia de rotura prematura de membranas en embarazadas mayores de 40 años, pero no así en embarazadas de 35 años o más respecto a los grupos de menos edad. No existió diferencia entre muerte fetal ni puntaje Apgar < 7 al comparar embarazadas entre 20-34 años con 35-39 años.
Es un hecho que las mujeres están postergando su embarazo. De las mayores de 35 años, se reporta que 60% son profesionales y 20% tiene historia de infertilidad (7). Dentro de las causas, se menciona la incorporación de la mujer al trabajo, y el privilegiar el estudio de una carrera antes de la formación de una familia (12).
Existen varios factores que pueden afectar negativamente el resultado del embarazo en edades tardías, como mayor riesgo de aborto espontáneo (2). La reserva ovárica disminuye con la edad (13), acompañado de una menor calidad de los ovocitos, lo que determina mayor incidencia de aneuploidía (13). De hecho, 2/3 de los abortos de mujeres embarazadas en edades tardías presentan anormalidades cromosómicas (2). Por esta razón, las tasas de embarazo espontáneo en la perimenopausia son menores (13).
Se ha observado que el riesgo de mortalidad materna en grupos de mujeres mayores de 40 años es 7 veces mayor respecto a mujeres de menor edad (14). Las tres primeras causas de muerte materna en nuestro país son la hipertensión arterial gestacional, aquellas relacionadas con aborto, y las enfermedades pregestacionales (15,16), siendo éstas últimas la primera causa de muerte en mujeres embarazadas mayores de 40 años (14). Las patologías pregestacionales (código O99, CIE 10) ocupan el tercer lugar de los factores relacionados a muerte materna y su tasa no se modificó en los años en estudio; esto podría explicar que el manejo de las patologías de base no ha sido el adecuado. En estas pacientes las estrategias para reducir la mortalidad materna son el correcto consejo pregestacional, el eficiente control de la fecundidad, la identificación precoz de las patologías y la derivación oportuna al nivel terciario.

CONCLUSIONES

Este estudio comprueba el mayor riesgo materno y perinatal en mujeres de 35 o más años. Hubo una mayor frecuencia de embarazo en mujeres mayores de 40 años que la informada previamente. Los grupos de mayor edad se asociaron significativamente a un aumento en la probabilidad de presentar complicaciones obstétricas y perinatales.

BIBLIOGRAFÍA

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