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Ejercicio de la sexualidad en gestantes de tacna

Año de la Revista:

2020

Edición N°:

6

Autores:

Sochog


Instituciones:

Gema Sologuren-García (1,a), Carmen L. Linares (1,a), Jackeline R. Flores (1,b),. Christian R. Mejia (2,c).
1 Escuela Profesional de Obstetricia. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann. Tacna, Perú.
2 Universidad Continental. Lima, Perú.
a Obstetra con doctorado.
b Licenciada en Obstetricia.
c Médico con doctorado.

Correspondencia: Gema Sologuren García, gemasologuren5@hotmail.com


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sochog.cl

Título:

Tipo de documento:

Trabajos Originales

Ejercicio de la sexualidad en gestantes de tacna

Volumen:
85

Contenido del documento:


INTRODUCCIÓN

El embarazo resulta una de las etapas más importantes para toda mujer, en el que se produce una serie de cambios que repercutirán en su vida y, por tanto, en su sexualidad1,2. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad constituye un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de toda la vida; abarca el sexo, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual 3–6. Sin embargo, la sexualidad durante el embarazo casi no se estudia, ni se informa, generando muchas veces incertidumbre y ansiedad 7,8.

En el desarrollo de un embarazo normal, la mujer experimenta profundos cambios de índole fisiológico, por un lado aquellas que mejoran su vida sexual, debido al aumento de sensibilidad mamaria y genital, así como, la percepción de mayor fortalecimiento en el vínculo de pareja y por las expectativas positivas de la maternidad7,9–11. También están aquellas que, no advierten estos cambios o sienten un declive en el deseo sexual, de modo que, en la vivencia de la sexualidad no existe uniformidad, pero si existe diversidad. Por lo tanto, se debe reconocer la existencia de múltiples factores (sociales, culturales, psicológicos, educacionales), que determinan la actividad o comportamiento sexual 12. Por consiguiente, influyen en este campo, la imagen propia de su sexualidad, las historias sexuales previas, su situación o vinculación sentimental actual, la comunicación, el compromiso, la autoestima, la percepción de su imagen corporal, los temores, mitos, inquietudes y aspiraciones 10,11,13,14. Es por todo esto que, la erótica, se refiere, a los diversos modos o formas con los que los humanos manifestamos comportamientos e identidades dentro de nuestra condición de seres sexuados. Lo que no solo incluye al coito peneano vaginal, sino a todas las posibles formas de expresión que resulten satisfactorias: al juego erótico (abrazos, caricias, roces), al coito buco genital, al coito anal, a la estimulación en zonas erógenas, entre otras 15,16. Por lo que, el objetivo fue determinar los factores asociados a la sexualidad durante la gestación, y mostrar los cambios que aparecen en cada trimestre.

METODOLOGÍA

Se realizó un estudio transversal analítico. La población fue de 3482 mujeres y a través de un muestreo por conveniencia, se determinó un  tamaño muestral 346 puérperas. A todas ellas se les atendió durante el año 2018 en el servicio de maternidad del Hospital Hipólito Unanue de Tacna.

Se incluyó a quienes tuvieron entre 15 a 45 años, con voluntad de participar en el estudio (con la firma del consentimiento informado). Se excluyó a aquellas que presentaron patologías durante su embarazo.

Se aplicó un cuestionario adaptado del instrumento de Muñoz MJ 17, del cual se tomó las preguntas de selección múltiple, excepto los datos obstétricos (número de embarazos, número de abortos, fecha de última menstruación, fecha de último parto y semanas de gestación); se agregó preguntas asociadas al tiempo de convivencia, información sobre sexualidad obtenida por el médico u obstetra, diversas eróticas, juegos eróticos, toma de iniciativa, placer sexual y molestias asociadas al encuentro sexual.

Se sometió el nuevo instrumento a una prueba piloto y juicio de expertos en sexología, este constó de 47 ítems distribuidos en 3 secciones: I: Datos sociodemográficos, II: Información y creencias sobre sexualidad y III: Datos de los encuentros sexuales (aplicados por trimestre de gestación).

La base de datos se compiló en un archivo Excel, el cual posterior a su codificación se procesó con el programa estadístico Stata versión 11,1 (College Station, TX). Para la generación de resultados se obtuvo las frecuencias y porcentajes de las variables categóricas, además, se reportó medias, desviación estándar, valores mínimos y máximos en el caso de las variables cuantitativas (para tener una referencia de cada caso). Para el análisis bivariado y multivariado se ejecutó los modelos lineales generalizados, con la familia Poisson, función de enlace log, modelos para varianzas robustas y con ajuste por el nivel de instrucción; con estos se obtuvo las razones de prevalencia (crudas y ajustadas), los intervalos de confianza al 95% y los valores p (se consideró estadísticamente significativos a los p<0,05). 

RESULTADOS

De las 346 puérperas encuestadas, la edad promedio fue de 26,9 años (desviación estándar: 5,1 años), el 46,6% tuvo instrucción secundaria, 80,9% fueron convivientes, el primer encuentro sexual tuvo una mediana de 17,8 años (desviación estándar: 2,3 años), 39,6% tuvo dos parejas sexuales y el 58,1% es primípara. Tabla 1.

Se observa que el 49,4% de las participantes del estudio recibió información insuficiente sobre sexualidad durante la gestación y el 35,6% no la recibió. El 32,1% cree que los encuentros sexuales dañan al feto, 55,5% considera que se pueden tener encuentros sexuales hasta un mes antes del parto y solo el 13,9% hasta el fin de la gestación. Tabla 2.

Durante el primer trimestre, el 41,3% tuvo un deseo sexual poco intenso y solo muy intenso el 6,9%. En el segundo trimestre, el 50% lo experimentó medianamente intenso y 18,8% no tuvo. En el tercer trimestre, el 27,7% lo tuvo poco intenso y 26% no lo experimentó. El 54,3% refirió tener un encuentro sexual por semana en el primer trimestre, disminuyendo al 42,5% en el segundo, para luego incrementarse al 63% en el tercer trimestre. La principal práctica erótica en el primer trimestre fue el coito peneano vaginal (87,9%), en el segundo trimestre estimulación mutua (78%) que se incrementa al 81,2% durante el tercer trimestre.

La postura sexual más practicada en el primer trimestre fue “la mujer encima” (25,4%), “de costado” en el segundo trimestre (26,9%) y en el tercer trimestre (27,2%); llama la atención que el 28% manifiesta no haber tenido encuentros sexuales. El 46% señala que “siempre” realizan juegos eróticos en el primer trimestre, el 54% refiere “nunca” y “a veces”, en tanto, que en el segundo y tercer trimestre lo realizan “a veces” (73,1% y 40,8% respectivamente). En el primer trimestre 43,3%, segundo trimestre 38,4% y tercer trimestre 33,2% lubrican su vagina “medianamente fácil”, en el segundo y tercer trimestre “no tiene” en el 19,1% y 20,8 % respectivamente y fue “nada fácil” para el 28,3% y 22% respectivamente. El 51,2% en el primero, 44,8% en el segundo y 41% en el tercer trimestre alcanzan el orgasmo “medianamente fácil”, el 41,9% “nunca” y “difícilmente” alcanzarlo durante el primer trimestre. El placer sexual se logra en el primer trimestre en el 76,3%, en el segundo 61,6% y en el tercero el 84,7%. Tabla 3.

Se realizó una triangulación de las variables con el reporte de las mujeres que experimentaron placer sexual durante el embarazo. Las variables asociadas al mayor placer sexual fueron: haber recibido información por el médico u obstetra (valor p<0,001), tener mayor facilidad de alcanzar el orgasmo (p<0,001) y ser estimulada en zonas erógenas (p<0,001). Por el contrario, el menor placer sexual se asoció con: el cambio en el deseo sexual durante el embarazo (p=0,020) y que la mujer sea la que estimuló a la pareja en zonas erógenas (p<0,001).  Tabla 4. 

DISCUSIÓN

Se encontró que más de las tres cuartas partes de las mujeres encuestadas manifestaron que, no recibieron información sobre sexualidad a cargo del médico u obstetra, o lo hicieron de manera superficial. Estos resultados fueron muy significativos, ya que, en el modelo multivariado se comportaron como un “factor protector”, de manera que, aquellas mujeres que recibieron información tuvieron mayor placer sexual. En nuestra cultura, la sexualidad femenina ha sido abordada desde el temor y los prejuicios, más aún durante la gestación, por tanto, sigue siendo un tema tabú o en ocasiones tratado de manera somera, lo que genera frustración, miedo, incertidumbre, ansiedad, inseguridad y conflictos. En algunas gestantes existe la creencia de que los encuentros sexuales pueden dañar al feto 18–20, o pueden hacer que el parto se adelante 21.

Además, la desinformación y los múltiples prejuicios socioculturales; consideran de poca relevancia la vida sexual de la gestante. De la misma manera, la sexualidad ha sido evadida en la comunicación de los responsables de la atención prenatal (médico u obstetra),  centrándose de manera prioritaria en la prevención de la morbimortalidad materno perinatal 10.

Además, se encontró una disminución del placer sexual durante la gestación; lo que puede ser explicado por los cambios progresivos que aparecen en esta etapa como: náuseas, vómitos, somnolencia, fatiga, y otros relacionados con el aspecto físico (aumento de peso, volumen), que pueden influir de forma negativa en su vida sexual; al ver alterada su imagen erótica, sintiéndose poco atractiva, olvidándose muchas veces de su rol de seductora y seducida 2,13,22.

El deseo sexual se caracterizó por ser desde poco hasta medianamente intenso. En ese caso, el principio de individualización de la sexualidad, nos permite entender la gran diversidad en la intensidad experimentada por cada individuo 1,6,21–27; esto puede estar influenciado, por factores anatómicos, hormonales, psicológicos, emocionales, socioculturales 17. El deseo puede ser reprimido o postergado, ya que, el ser humano tiene la capacidad de autorregularse y controlarse 6.

La frecuencia de los encuentros sexuales disminuyeron conforme avanzaron los trimestres de gestación, siendo esto estadísticamente significativos, lo que es corroborado con los resultados de otras investigaciones 21–23,28–30. El disfrute pleno de la sexualidad en esta etapa es importante, y solo han de abstenerse de los encuentros sexuales en situaciones justificadas (sangrado, ruptura de membranas, placenta previa, entre otras) 21. No obstante, es preciso señalar que la cantidad de encuentros sexuales es relativa y no determina la vivencia plena y saludable de la sexualidad en pareja, de modo que, la clave radica en la calidad del mismo6,16.

La principal práctica erótica en el primer trimestre fue el coito peneano vaginal, sin embargo, las que influyeron efectivamente en la obtención del placer fue la estimulación en zonas erógenas que la embarazada recibió. Evidentemente, todo esto está condicionado por la concepción de sexualidad hegemónica y normativa de nuestra sociedad patriarcal, coito-falocentrista, que considera al coito peneano vaginal, como la única actividad que permite el disfrute pleno y satisfactorio del encuentro sexual; y según la dominación de algún miembro de la pareja se dará o recibirá más placer. Otras de las eróticas practicadas con mayor frecuencia fueron: “ser estimulada en zonas erógenas” y “estimulación mutua”, siendo estas algunas de las múltiples formas de expresión de la sexualidad y desarrollo del placer recíproco6,31,32.

Se destaca también que la postura sexual practicada cambió de un trimestre a otro: “la mujer encima” y posteriormente “de costado” o “de lado”. Los estudios muestran resultados similares 24. Son las modificaciones anatomo fisiológicas propias de la gestación que causan: aumento del tamaño del útero y dificultad del movimiento, lo que indudablemente hace que la gestante, por comodidad adopte diferentes posturas a medida que avanza la misma25.

Los juegos eróticos se presentaron a lo largo de la gestación, pero de manera fluctuante; un poco más de la mitad refirió que “a veces” o “nunca” lo experimentaron. En la investigación “Prácticas sexuales en gestantes peruanas”, se encontró que en el primer trimestre  las participantes tuvieron “juegos preliminares” la mayoría de las veces, disminuyendo hacia el final de la gestación 26. El desarrollo lúdico de la sexualidad genera beneficios para la salud de la pareja, porque le permite vivenciar el “placer global” y no limitarse al “placer genital” 6.

Las mujeres en este estudio lubricaron su vagina “medianamente fácil” disminuyendo en cada trimestre de gestación. Más de la tercera parte manifestaron que “no tienen” lubricación y no es “nada fácil” obtenerla en el tercer trimestre. Distintas investigaciones revelan que la lubricación es menor en el primer trimestre que en el último 1. Desde el punto de vista fisiológico, es sabido que la placenta produce gran cantidad de hormonas aumentando el flujo y lubricación vaginal lo que favorece la sexualidad de la pareja 33–35, no obstante, existen factores psicológicos y socio culturales que inhiben o limitan la respuesta sexual 6.

Las gestantes en su mayoría alcanzaron el orgasmo “medianamente fácil” lo que estuvo asociado a la obtención del placer sexual. Debemos resaltar que más de la tercera parte de las mujeres del estudio refirieron que “nunca” y “difícilmente” lo obtuvieron; diversas investigaciones indican que el orgasmo es mayor en el primer trimestre que en el último 1,23. Por otro lado, se muestra que el orgasmo disminuyó en el primer trimestre para luego aumentar en el tercero 30, así como, el placer se redujo 36. Algunos autores explican, que la fase orgásmica es más lenta y ocasiona contracciones más intensas, debido a la vasocongestión permanente, a la sensación de alivio lenta y no total en la fase de resolución. Es indiscutible que el orgasmo es una de las experiencias más gratificantes. Sin embargo, debemos advertir “que considerar al orgasmo como una meta revela una reducción del ejercicio de la sexualidad que genera presión, tensión y una actitud obsesiva por lograrlo, limitando la capacidad de disfrute para el fortalecimiento de la relación de pareja, por lo que, es importante valorar el proceso del encuentro sexual” 6.

Los cambios en el comportamiento sexual son frecuentes y comienzan poco después de la concepción y su dirección e intensidad están sujetos a grandes variaciones individuales. Es probable que éstas se encuentren relacionadas con el desarrollo psicosexual de la mujer, su personalidad, los antecedentes personales, el impacto del embarazo en su salud y el tipo de relación con su pareja 19.

La vivencia del placer sexual se mantuvo estable, no obstante, resaltamos que la cuarta parte de la muestra manifestó alcanzarlo durante el tercer trimestre y estuvo asociada a cinco variables; que previamente fueron analizadas. Diversas investigaciones señalan al respecto que, la actividad sexual durante el embarazo resultó gratificante en el grupo de estudio, aunque, los cambios anatomo-fisiológicos pudieron afectar el disfrute pleno de los encuentros sexuales 29. En este contexto, existen innumerables maneras de dar y recibir placer 6,31,32.

Las gestantes; muchas veces no tiene la seguridad o confianza para consultar o solicitar asesoramiento, ya sea por creencias, vergüenza, etc. Es imperativo desarrollar una adecuada educación sexual a cargo del médico u obstetra calificados, formados en sexualidad, porque no todos poseen esta competencia, que respondan a las verdaderas necesidades de esta población, para desmitificar, erradicar tabúes, creencias y temores en torno al campo sexual 20,37,38. Otro de los factores que se debe tener en cuenta es el poder alcanzar el orgasmo; el mismo que se dio medianamente fácil según nuestros resultados; cabe resaltar que su percepción puede ser subjetiva y su alcance se ve condicionado por la valoración o significancia de la sexualidad durante la gestación 30; diversos estudios sostienen que, existe una relación directa entre el placer sexual y el orgasmo 39,40.

Creemos que uno de los puntos sobre los que se podrían trabajar en esta población es la estimulación en zonas erógenas, siendo esta una de las pocas variables que se pueden modificar más fácilmente; de las cinco que se asociaron a la obtención del placer; ya que, si se orienta a la pareja, estos pueden llegar a desencadenar una cascada de eventos que conducen al placer sexual basado en la estimulación de zonas erógenas del cuerpo humano (labios, cuello, pezones, cintura, etc.) 41. Son escasos los estudios que han abordado específicamente temas relacionados a este aspecto, diferenciando la estimulación de zonas erógenas de ella hacia él o viceversa; sin embargo, diversos autores muestran la práctica de diversas eróticas como caricias, besos, juegos eróticos, sin la práctica necesaria del coito 39,42,43.

El estudio tuvo la limitación del sesgo de selección, debido a que, las encuestadas fueron reclutadas en forma no aleatoria, por lo que, no se puede extrapolar los resultados a la totalidad de gestantes atendidas ese año, ni a las de toda la ciudad. Sin embargo, estos resultados son importantes por ser los primeros de todo el país respecto a la complejidad y el tamaño muestral logrado, por lo que, se deben realizar más investigaciones, que intenten identificar mitos y conocimientos según variables socio-educativas por trimestres de gestación, para tener una mayor comprensión de los factores que pueden influir en este tema tan amplio y poco explorado en nuestro medio.

Por todo lo mencionado, se concluye que las mujeres que experimentaron mayor placer fueron aquellas que habían recibido información por el médico u obstetra, las que alcanzaban el orgasmo con mediana facilidad y las que eran estimuladas en zonas erógenas. Por otro lado, las gestantes que tuvieron  menor placer sexual fueron las que sintieron cambios en su deseo sexual o estimularon las zonas erógenas de sus parejas. El deseo sexual y frecuencia de los encuentros se presentaron de manera fluctuante durante la gestación; la principal práctica erótica fue el coito peneano vaginal en el primer trimestre y la estimulación mutua en el segundo y tercer trimestre; la postura más practicada fue “la mujer encima” y “de costado” en el segundo y tercer trimestre. Los juegos eróticos estuvieron presentes “siempre” en el primer trimestre, en el segundo y tercer trimestre “a veces”.

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TABLAS

Tabla 1. Descripción de las características generales de las puérperas peruanas encuestadas.

Variable Frecuencia Porcentaje
Edad    
Adolescentes <20 años 21 6,1
Adulta de 20 a 34 años 290 83,8
Edad avanzada 35 10,1
Media y desviación estándar 26,9* 5,1*
Valores inferior y superior 15* 42*
Grado de instrucción
Analfabeta 2 0,6
Primaria 24 7,0
Secundaria 161 46,6
Superior Técnica 121 34,8
Superior 38 11,0
Estado civil    
Soltera 7 2,0
Casada 59 17,7
Conviviente 280 80,9
Edad primer encuentro sexual
Edad en años    
15 o menos 56 16,2
16 a 19 años 220 63,6
20 a 24 años 65 18,8
25 a 29 años 3 0,9
30 a más 2 0,5
Media y desviación estándar 17,8* 2,3*
Valores inferior y superior 13* 30*
Número de parejas sexuales
1  Pareja 92 26,6
2  Parejas 137 39,6
3  Parejas 66 19,1
4  Parejas a más 51 14,7
Número de hijos    
1  Hijos 203 58,7
2  Hijos 114 32,9
3  Hijos 23 6,6
4  Hijos 6 1,7

*Estos valores no expresan las frecuencias ni los porcentajes, sino las medidas de tendencia central y dispersión que se especifican a la izquierda.

Tabla 2. Información y creencias de la sexualidad durante la gestación de mujeres peruanas

Variable Frecuencia Porcentaje
Recibió información del médico u Obstetra sobre sexualidad    
No 123 35,6
Si, superficialmente 171 49,4
Sí, en detalle 52 15,0
Creencia si  los encuentros sexuales dañan al feto    
Si 111 32,1
No 235 67,9
Tiempo de gestación en que se pueden tener encuentros sexuales    
Hasta el fin de la gestación 48 13,9
Hasta dos semanas antes del parto 36 10,4
Hasta una semana antes del parto 21 6,1
Hasta un mes antes del parto 192 55,5
Otros 49 14,1

 

Tabla 3. Vivencia de la sexualidad por trimestres de gestación en mujeres peruanas.

   Variable Trimestre 1 Trimestre 2 Trimestre 3
  % % %
Intensidad del deseo sexual     Valor p < 0,001  
No tuvo encuentros sexuales 52 15 65 18,8 90 26
Poco intenso 143 41,3 90 26,0 96 27,7
Medianamente intenso 127 36,8 173 50,0 92 26,6
Muy intenso 24 6,9 18 5,2 11 3,2
No responde 0 0,0 0 0,0 57 16,5
Frecuencia de los encuentros sexuales     Valor p < 0,001  
Una vez a la semana 188 54,3 147 42,5 218 63,0
Dos veces a la semana 95 27,5 60 17,3 33 9,5
Tres veces a la semana 39 11,3 73 21,1 28 8,1
Todos los días 24 6,9 13 3,8 0 0,0
Diversas eróticas en los encuentros sexuales *     Valor p < 0,001  
Masturbación 79 22,8 71 20,5 40 11,6
Ser estimulada en zonas erógenas 250 72,3 228 65,9 180 52,0
Estimular a mi pareja en zonas erógenas 237 68,5 233 67,3 276 79,8
Estimulación mutua 238 68,8 270 78,0 281 81,2
Recibir coito bucal 73 21,1 70 20,2 15 4,3
Dar coito bucal 66 19,1 47 13,6 125 36,1
Coito bucal mutuo 48 13,9 68 19,7 13 3,8
Coito peneano vaginal 295 85,3 262 75,7 165 47,7
Coito anal 30 8,7 10 2,9 7 2,0

 

          Continúa
Uso de juguetes sexuales 9 2,6 10 2,9 4 1,2
Posturas sexuales utilizadas en los encuentros sexuales Valor p < 0,001  
Una postura: La mujer encima 88 25,4 45 13,0 63 18,2
Una postura: La mujer abajo 81 23,4 61 17,6 44 12,7
Una postura: De costado 49 14,2 93 26,8 94 27,2
Una postura: De rodillas 8 2,3 11 3,2 8 2,3
Una postura: De pie 28 8,1 11 3,2 20 5,8
Dos posturas: La mujer encima. De costado. 10 2,9 0 0 14 4,0
Dos posturas: De costado. La mujer abajo. 9 2,6 18 5,2 13 3,8
Tres posturas: La mujer encima. De rodillas. La mujer abajo. 7 2,0 20 5,8 0 0,0
Tres posturas: La mujer encima. De costado. La mujer abajo. 3 0,9 13 3,8 0 0,0
Cuatro posturas: La mujer encima. De rodillas. De costado. La mujer abajo. 11 3,2 9 2,6 0 0,0
No tienen encuentros sexuales 52 15,0 65 18,8 90 26
Juegos eróticos en el encuentro sexual     Valor p < 0,001  
Nunca 31 9,0 93 26,9 10 2,9
A veces 156 45,0 253 73,1 141 40,8
Siempre 159 46,0 0 0,0 96 27,7
No contesta 0 0,0 0 0,0 99 28,6
Lubricación vaginal     Valor p < 0,001  
No tiene 28 8,1 66 19,1 72 20,8
Nada fácil 132 38,2 98 28,3 76 22
Medianamente fácil 151 43,6 133 38,4 115 33,2
Muy fácilmente 35 10,1 49 14,2 16 4,6
No contesta 0 0,0 0 0,0 67 19,4
Cómo alcanza el orgasmo     Valor p < 0,001  
Nunca 36 10,4 26 7,5 74 21,4
Difícilmente 109 31,5 73 21,1 53 15,3
Medianamente fácil 177 51,2 155 44,8 142 41
Muy fácilmente 24 6,9 39 11,3 10 2,9
No contesta 0 0 53 15,3 67 19,4
Placer sexual   Valor p = 0,141  
Si 264 76,3 213 61,6 293 84,7
No 69 19,9 54 15,6 53 15,3

Los valores p fueron obtenidos a través de la prueba estadística del chi cuadrado.

Tabla 4. Análisis bivariado y multivariado de los factores asociados al placer sexual durante la gestación en mujeres peruanas (N=294).

Variables Análisis bivariado Análisis multivariado
Recibió orientación por el médico u obstetra 1,33 (1,15-1,54) <0,001 1,24 (1,12-1,38) <0,001
Cambió el deseo sexual en el embarazo 0,83 (0,72-0,97) 0,015 0,86 (0,75-0,98) 0,020
Alcanza el orgasmo medianamente fácil 1,77 (1,62-1,92) <0,001 1,62 (1,45-1,82) <0,001
Estimula a pareja en zonas erógenas 1,08 (1,00-1,17) 0,043 0,70 (0,63-0,77) <0,001
Ser estimulada en zonas erógenas 1,42 (1,21-1,67) <0,001 1,34 (1,15-1,55) <0,001
Estimulación mutua en zonas erógenas 1,39 (1,17-1,63) <0,001 1,18 (0,98-1,41) 0,081
Recibe coito bucal 1,31 (1,21-1,42) <0,001 1,08 (0,89-1,31) 0,453
Da coito bucal a su pareja 1,33 (1,16-1,53) <0,001 1,04 (0,83-1,30) 0,757
Coito bucal mutuo (69) 1,37 (1,32-1,43) <0,001 1,00 (0,87-1,15) 0,971
Coito anal 1,24 (1,03-1,49) 0,025 0,94 (0,79-1,11) 0,437
Usan juguetes sexuales 1,42 (1,30-1,55) <0,001 0,92 (0,82-1,04) 0,184
Número de parejas sexuales, incluida la actual 1,05 (1,01-1,10) 0,019 1,00 (0,95-1,06) 0,865
Cree que el encuentro sexual afecta al feto 1,21 (1,06-1,37) 0,005 1,05 (0,96-1,15) 0,271

Las razones de prevalencia (intervalos de confianza al 95%) y los valores p se obtuvieron con los modelos lineales generalizados, con la familia Poisson, función de enlace log, modelos para varianzas robustas y con ajuste por el nivel de instrucción. En la tabla se muestran los modelos bivariados que resultaron estadísticamente asociados.

 

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