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PROFESOR DR. JAIME ZIPPER ABRAGAN

Año de la Revista:

2011

Edición N°:

2

Autores:

Dr. Valentín Trujillo Sibilla.


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Título:

Tipo de documento:

In Memoriam

PROFESOR DR. JAIME ZIPPER ABRAGAN

Volumen:
76

Contenido del documento:


RESUMEN

PALABRAS CLAVE:

SUMMARY

KEY WORDS:

El 16 de marzo de 2011 fallece el Profesor Dr. Jaime Zipper Abragan. Nació el 20 de enero de 1926, hijo de don Gustavo Zipper y doña Juana Antonia Abragan, inmigrantes judíos originarios de Polonia, que se establecieron en Mulchén para luego trasladarse a Santiago.
Comenzó sus estudios en el liceo José Victorino Lastarria y a temprana edad ya se manifestaba su espíritu científico junto al deseo incontenible de saber cómo funcionan las cosas. Su hermana Perla recuerda que una mañana no encontró su muñeca nueva y salió a buscarla desesperada. Al llegar al dormitorio de su madre, ésta le explicó que la mente científica de su hermano se había impresionado tanto con el mecanismo que la hacía hablar y caminar, que trató por todos los medios de ubicar esta función, separando todos sus componentes. Esta historia y otras tantas parecidas, hicieron que sus padres decidieran que finalizara sus estudios en el Internado Nacional Barros Arana.
Su primer año de Universidad lo cursó en la facultad de Odontología, donde conoció a su esposa, doña Irma Latorre Vicentini. Luego, inició sus estudios de Medicina en la Universidad de Chile, donde obtuvo el título de Médico Cirujano en 1953. Tuvo dos hijos, Luisa (médico-cirujano) y David (ingeniero comercial).
Fue uno de los líderes y pioneros en el desarrollo mundial de la contracepción, al crear en 1959 el primer dispositivo intrauterino (DIU) hecho en Chile, el anillo de Zipper, que consistía en un anillo fabricado en forma artesanal con nylon de pescar, con el cual ayudó a la población más vulnerable y sin acceso a contracepción efectiva, especialmente en la maternidad del Hospital Ramón Barros Luco, donde él trabajaba.
Durante los años 1961 y 1962 realizó un posgrado en Fisiología Reproductiva en la Worcester Foundation for Experimental Biology, en Estados Unidos, dirigido por el profesor Gregory Pincus, descubridor de la píldora contraceptiva. En 1963 obtuvo el título de “Profesor Asociado de Fisiología” en el Departamento de Fisiología y Biofísica de la Universidad de Chile. En el período 1967-1969 se desempeñó como Médico Jefe del Departamento de Reproducción Humana de la Organización Mundial de la Salud, en Suiza. En este cargo, pudo evaluar en su real magnitud el problema de la mortalidad materna, especialmente la secundaria a abortos por embarazos no deseados. Desde 1967 ejerció como Profesor asociado de Fisiología en el Departamento de Fisiología y Biofísica de la Universidad de Chile y en 1971 es nombrado profesor titular de la misma disciplina, comprometiéndose profundamente con la enseñanza a estudiantes de pre y posgrado.
Posteriormente, y conociendo el trabajo de Grafemberg, quién atribuía la eficacia de su anillo con alambre de plata a este metal, desarrolló el concepto de los DIU activos con cobre, descubriendo, después de muchos ensayos en animales, que el metal utilizado por el médico alemán estaba contaminado en un 26% con cobre, siendo éste el metal que realmente aportaba el efecto contraceptivo.
En 1970 presentó por primera vez su dispositivo con cobre en la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, recibiendo el apoyo de la mayoría de sus colegas y la crítica acérrima de unos pocos, que no percibieron la futura trascendencia de este descubrimiento. El mismo año fue honrado en Estados Unidos por la American Fertility Society con el premio “The Samuel L. Siegler Lecture” y es invitado a exponer sobre el control de la fertilidad humana a través del uso de metales endouterinos, un tema que sería trascendente para la salud reproductiva mundial.
Junto a su gran capacidad científica e intelectual, el Dr. Zipper poseía una generosidad, cultura y sentido del humor excepcionales. En 1980, después de quedar asombrado con una de sus clases, tuve el honor de ser aceptado como su ayudante alumno en el Departamento de Fisiología Reproductiva de la Universidad de Chile. Ahí recuerdo la visita de médicos norteamericanos interesados en sus investigaciones. Uno de ellos le preguntó cuál había sido su motivación para desarrollar el DIU con cobre. El Dr. Zipper, apelando a su sentido del humor le contestó, “lo hice para que las minas de cobre chilenas tuvieran otro artículo más que exportar”. Inicialmente hubo un silencio de los colegas extranjeros para luego, reírse junto a nosotros y a continuación recibir la respuesta formal del Dr. Zipper.
Los DIU con cobre desarrollados por el Dr. Zipper siguen aportando en forma muy significativa a la disminución de los abortos y mortalidad materna a nivel mundial, siendo Chile el primer país en ser beneficiado con su trabajo.
Paralelamente al aporte realizado con los DIU con cobre, el Dr. Zipper desarrolló el método de la esterilización no quirúrgica con quinacrina. Este método, simple, ambulatorio y que se realiza por vía transcervical, fue pensado para las mujeres que ya habían completado el número deseado de hijos. Su motivación fue la alta mortalidad secundaria a abortos sépticos en grandes multíparas. Su desarrollo requirió de esta mente brillante, su gran conocimiento del tema y la genialidad de asociar distintos hechos para inventar algo totalmente nuevo. Para esta tarea contó con la ayuda de todo un equipo, entre los cuales se contaba el Dr. Mario Medel, la Dra. María Eugenia Bruzzone y los recordados Drs. René Guzmán-Serani, Alfredo Dabancens y Gianni Pinardi.
Obtuvo información de un antiguo antimalárico (quinacrina), que era empleado en otro uso para tratar derrames pleurales de origen neoplásico. Este fármaco fibrosaba ambas hojas pleurales, controlando dicha patología, por lo que infirió que tendría el mismo efecto en el fino epitelio tubario. Después de mucho trabajo en el laboratorio, esta hipótesis fue demostrada verdadera. Nacía el primer método de esterilización femenina no quirúrgico con resultados exitosos, el que mereció en 1983 el premio Grafenberg en Alemania.
Durante el año 1998, el Dr. Jack Lippes, inventor del DIU que lleva su nombre, se interesó mucho por este método, y recordando la ayuda que el Dr. Zipper le había prestado, decidió liderar los estudios en Estados Unidos. El mismo Dr. Lippes nos contaba de la ayuda que recibió del Dr. Zipper. El problema, hoy aparentemente simple, con su DIU Lippes Loop, había sido como controlar su localización y extraerlo fácilmente desde la cavidad uterina. Fue el Dr. Zipper, quién le aconsejó amarrar 2 hebras de nylon a su dispositivo. Realizada esta modificación, en 1962, el Dr. Lippes presentó su dispositivo en la Primera Conferencia Mundial de DIU, organizada por el Population Council. De ahí en adelante, el espiral de Lippes llegó a ser el DIU más prescrito en Estados Unidos en la década de los 70, reemplazando al dispositivo de Margulies. El Dr. Lippes nunca olvidó esta ayuda y acerca del Dr. Zipper escribió: “su vital contribución a la humanidad permanecerá para siempre”.
En 1999, fue premiado en el 10ª Congreso Mundial de Reproducción Humana en Brasil, por “su relevante contribución en el campo de la reproducción humana”. En el mismo año, fue nombrado Miembro Honorario del Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Salud de Chile y en el año 2000 fue homenajeado como uno de los precursores de la contracepción en el mundo, por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) en Argentina.
En el año 2003, fue honrado en el XVII Congreso Mundial de Ginecología y Obstetricia (FIGO) realizado en Chile. La revista International Journal of Gynecology & Obstetrics, dedicó un suplemento completo al tema “Quinacrine sterilization: reports on 40,252 cases”. En el año 2004 recibe el reconocimiento del Ministerio de Salud por “su incansable búsqueda y aporte en el control de la natalidad” y el mismo año es nominado Profesor Emérito de la Universidad de Chile.
Como muy bien lo describió el  Dr. Ramiro Molina en uno de los tantos homenajes que recibió: “el Dr. Zipper fue un innovador, un docente y un maestro”. Fue ejemplo de cómo realizar investigaciones científicas de calidad con real peso en la comunidad médica. Fue además un profesional profundamente ético, que puso la ciencia al servicio del hombre, y que debió asumir los costos sociales de cuando las personas se dedican a temas de la vida. Merecedor del Premio Nobel, como comentó públicamente el Dr. Pablo Lavín y muchos otros colegas, después de estudiar sus contribuciones científicas.
Extrañaré muchísimo nuestras conversaciones, sus consejos, su sabiduría, sus llamadas a primera hora de la mañana contándome que había leído un artículo y tenía una hipótesis que debíamos corroborar diseñando un experimento científico. Extrañaré sus charlas sobre los hologramas o sobre su especial percepción del mundo, en la cual éste sería un sólo gran ser viviente donde todo lo que hacemos influye en los demás. Su vida, enseñanzas y contribuciones, permanecerán para siempre en nuestras mentes y en el sitial de excelencia de la historia de la medicina.
Maestro del conocimiento, maestro de vida. Infinitas gracias por habernos permitido acompañarlo y ser sus discípulos.

Dr. Valentín Trujillo Sibilla.

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